Un bodegón, también conocido como naturaleza muerta (still life), es una obra de arte que representa animales, flores y otros objetos, que pueden ser naturales (frutas, comida, plantas, rocas o conchas) o hechos por el hombre (utensilios de cocina, de mesa o de casa, antigüedades, libros, joyas, monedas, pipas, etc.) en un espacio determinado. Esta rama de la pintura se sirve normalmente del diseño, el cromatismo y la iluminación para producir un efecto de serenidad, bienestar y armonía.
Esto sería igualmente aplicable a la fotografía y artes plásticas en general.
Una buena opción para el verano de Sevilla es quedarse en casa con el aire acondicionado puesto y practicar la fotografía de "mini-estudio", una de ellas, los bodegones de frutas.
Me gustan los bodegones minimalistas por tanto empiezo haciendo pruebas de iluminación con un foco lateral desde la derecha con solo 3 manzanas, posteriormente añado una sandía cortada y luego iré incrementando el número de frutas.
Con orígenes en la antigüedad y muy popular en el arte occidental desde el siglo XVII, el bodegón da al artista más libertad compositiva que otros géneros pictóricos como el paisaje o los retratos. Los bodegones, particularmente antes de 1700, a menudo contenían un simbolismo religioso y alegórico en relación con los objetos que representaban. Algunos bodegones modernos rompen la barrera bi-dimensional y emplean técnicas mixtas tridimensionales, usando asimismo objetos encontrados, fotografía, gráficas generadas por ordenador o sonido y vídeo.
Fuente: Wikipedia.
Los bodegones ya adornaban el interior de las tumbas del antiguo Egipto. Se creía que los objetos relacionados con la comida y la vida doméstica se harían reales en el más allá, dispuestos para que los muertos los usaran. Las pinturas sobre jarras de la Antigua Grecia también demuestran gran habilidad, al representar objetos cotidianos y animales. Bodegones parecidos, más simples decorativamente, pero con perspectiva realista, se han encontrado en pinturas murales de la Antigua Roma y en mosaicos en Pompeya, Herculano y la Villa Boscoreale, incluyendo el motivo posteriormente tan familiar de un bol de cristal con frutas.
Como en la zona izquierda de la fotografía quedaban demasiadas sombras le he añadido otro foco más tenue y difuso lateral.
La fotografía de bodegón es la representación de la materia inanimada, la mayoría suele ser un pequeño grupo de objetos. Este tipo de fotografía da al fotógrafo un mayor margen de maniobra en la disposición de los elementos dentro de una composición.
Es un arte exigente, en el que se espera que los fotógrafos puedan formar su trabajo con un refinado sentido de la iluminación, haciendo uso de todas sus habilidades de composición. El fotógrafo de naturaleza muerta hace las imágenes en lugar de tomarlas.
Fuente: clubdefotografía.net
Algunos dicen que cuanto más claros sean los objetos, el fondo debe ser más oscuro, y viceversa. El fondo debe mezclarse, pero también debe tener un tono diferente, con el fin de enfatizar. Los fondos negros añaden intensidad, mientras que los fondos blancos suavizan una toma. El fondo también tiene diferentes efectos en las sombras.
En mi caso he elegido, en esta ocasión, un fondo negro, alejado considerablemente de los objetos y unas láminas de foam rojas circulares para la base, a fin de entonar con las frutas de forma similar.
A diferencia de otro tipo de fotografías, en el bodegón partimos de cero, componemos la escena, el fondo, los elementos, la luz, la perspectiva... todo es controlado y creado por la imaginación, la intuición y la voluntad del artista.
Como las frutas solas me resultaban un tanto aburridas, probé a incluir otros elementos, como una jarra con el puré de dichas frutas o un maniquí de madera articulado de los que se usan en dibujo y pintura.
Y regreso de nuevo a la sencillez minimalista en las fotografías de abajo.
Dejo un enlace que me ha parecido interesante, muy instructivo y completo:
