miércoles, 20 de mayo de 2015

Fotografía Minimalista

El término minimalista, en su ámbito más general, se refiere a cualquier cosa que haya sido reducida a lo esencial, despojada de elementos sobrantes. Es una traducción transliteral del inglés minimalist, o sea, que utiliza lo mínimo (minimal en inglés). Es la tendencia a reducir a lo esencial. 


El término «minimal» fue utilizado por primera vez por el filósofo británico Richard Wollheim en 1965, para referirse a las pinturas de Ad Reinhardt y a otros objetos de muy alto contenido intelectual pero de bajo contenido formal o de manufactura, como los «ready-made» de Marcel Duchamp.



Como movimiento artístico, se identifica con un desarrollo del arte occidental posterior a la Segunda Guerra Mundial, iniciado en el año 1960.
Según la última versión del diccionario de la Real Academia Española (RAE), el minimalismo es una corriente artística que utiliza elementos mínimos y básicos, como colores puros, formas geométricas simples, tejidos naturales, etc...
Fuente: Wikipedia.

Características:

Abstracción
Economía de lenguaje y medios
Producción y estandarización industrial
Uso literal de los materiales
Austeridad con ausencia de ornamentos
Purismo estructural y funcional
Orden
Geometría elemental rectilínea
Precisión en los acabados
Reducción y síntesis
Sencillez
Concentración
Protagonismo de las fachadas
Desmaterialización


El minimalismo fotográfico consiste en decir mucho con muy muy poco. Con una fotografía rica en elementos todos seríamos capaces de decir algo, más o menos. El reto consiste en fotografiar pocos elementos, pocos colores, y con eso ser capaces de decir algo. Cualquiera podríamos fotografiar una piedra, un pie, un vaso, pero ¿cuántos son capaces de transmitir algo con tan poco? Ésa es la gracia: fotografiando una pierda, un pie o un vaso ser capaces de contar una historia, generar una emoción, alegrar, entristecer, provocar ternura, pasión, pánico, duda, paz, nostalgia o amor.



Las proporciones y el encuadre adquiere relevancia en este tipo de fotografías, al igual que las formas sencillas, geométricas, los ritmos y las repeticiones de elementos iguales o semejantes.




Estar en un estado semi-meditativo, tener gran capacidad de concentración y abstracción, usar la profundidad de campo adecuadamente y ser observador son cosas que ayudarán a realizar estas fotografías...





Grandes fotógrafos de este movimiento como Michael Kenna, David Fokos o David Burdeny.



Hay algunos motivos fotográficos más típicos del minimalismo, como el bodegón o la arquitectura, pero también podemos experimentar con otras modalidades como el retrato...


"Mantenerlo simple" no significa "hacerlo aburrido". Contrariamente a lo que puedes pensar, un enfoque minimalista requiere de creatividad, esfuerzo y repetición. El uso del espacio negativo es una parte fundamental de la fotografía minimalista. Un tema bien colocado no tiene que ser grande para tener un gran impacto. Decidir qué dejar fuera del encuadre y crear una imagen de impacto puede ser difícil y con frecuencia requiere de mucha práctica, hasta que se convierte en una forma de ver. Un uso adecuado de la profundidad de campo ayuda a aislar el sujeto del fondo al disparar con una apertura más amplia (número más pequeño), tanto como su objetivo lo permita. 




Líneas fuertes hacen imágenes fuertes. Un buen lugar para empezar con la fotografía minimalista es prestando atención a la arquitectura moderna que tenemos a nuestro alrededor, principalmente en las grandes capitales con sus modernos edificios. Líneas principales, y otras figuras geométricas, pueden ser grandes telones de fondo para los cuadros minimalistas. Por ejemplo, aislar un pájaro en un cable eléctrico puede ser una gran foto minimalista. Hay grandes posibilidades alrededor nuestra todo el tiempo, sólo hay que aprender a verlos y requiere práctica, mucha práctica.



Las líneas dibujadas en los edificios modernos son un buen ejercicio de encuadres y composición.




Dentro de la fotografía minimalista también podemos hacer apartados, podemos pensar en la abstracción absoluta donde no se reconoce el objeto, en el minimalismo de colores (blanco y negro) o monocromatismo real.
A la izquierda: reflectores, abajo, monocromatismo in situ.




Los objetos decorativos y el mobiliario de modernos diseños también son motivos a fotografiar, lo llamaríamos bodegones minimalistas.




Los juegos de líneas son atractivos.


En fotografía minimalista las líneas pueden ser más o menos patentes, pero la búsqueda de ellas nos ayudará como ejercicio para otro tipo de fotografías más complejas.
La regla de los tres tercios en este tipo de fotografías es una muy importante opción a tener en cuenta, ya que al haber pocos objetos es más importante aún si cabe el saberlos colocar adecuadamente en nuestro encuadre, incluso violar esa regla nos puede llevar a trasmitir sensaciones de inestabilidad, soledad o alejamiento intencionadas.




Cuando pensamos en hacer fotografías minimalistas con motivos arquitectónicos pensamos en arquitectura moderna, pero no siempre debe ser así, podemos adiestrar nuestra mirada en encontrar motivos mínimos en todo tipo de edificios...



Arriba derecha: Puerta de la Bisagra de Toledo.


Las diagonales son líneas con mucha tensión, tienen mucha fuerza visual y crean interesantísimas perspectivas. Es por ello que las líneas diagonales sean quizá las más atractivas en composición, porque rompen por completo los esquemas de tu mirada, y consecuentemente las hace resaltar más que al resto.


Las líneas verticales dirigen tu mirada de arriba abajo o de abajo arriba. Se asocian a crecimiento, fuerza, rigidez y altura.

Las líneas horizontales, son las líneas a las que estás quizá más habituado/a, ya que marcan la dirección habitual de muchos de tus actos cotidianos. Solemos asociar las líneas horizontales a tranquilidad, paz y quietud. Puedes usarlas como elemento formal en sí mismo ( por ejemplo la imagen de unos escalones, con muchas líneas horizontales repetidas) o para dividir u organizar tu imagen a partir de ellas.


Las líneas curvas son las que más se asocian al movimiento, son fluidas, suaves, sensuales y elegantes, y te permiten ‘pasear’ la mirada más lentamente por la imagen que las líneas rectas. Podríamos decir que las líneas rectas te llevan a destino de forma rápida o incluso brusca, mientras que las curvas te invitan a pasear siguiendo su forma a través del encuadre.

Dentro de las líneas curvas, destaca la curva en “S” que es muy conocida en composición fotográfica, seguro que la has visto muchas veces en hermosas fotografías de paisaje, por ejemplo la forma de un río serpenteando a través de unas montañas, o una carretera rodeada de árboles. Tiene una forma muy sugerente y aporta, en sí misma, gran belleza a las fotografías.


En la naturaleza podemos encontrar también muchos elementos de inspiración, por ejemplo una simple gota de agua...


La fotografía minimalista es un ejercicio zen y de meditación en si mismo. El uso de los colores también se torna más importante al ser pocos los elementos a encuadrar, la regla de los complementarios es un dato a tener en cuenta. Arriba y abajo contraste naranja-azul.



Aprovechar las líneas de una alambrada o verja o los grafismos propios de señales es otra opción interesante...


Otro aspecto que debes tener en cuenta a la hora de componer a través de líneas es el punto de fuga. El punto de fuga es un punto real o imaginario donde confluyen las líneas de una imagen, es decir, es donde se encuentran las líneas (reales o no) que proyectan los elementos de una imagen.


Dos opciones para la lectura de las líneas diagonales de nuestra fotografía:

Dirección ascendente. Se dará cuando las líneas estén colocadas de manera que el ojo empiece a leerlas desde la esquina inferior-izquierda y se dirija hacia la esquina superior-derecha. Al tratarse de una dirección (metafóricamente) ascendente, dará más sensación de esfuerzo, de lentitud, de poder.
Dirección descendente. Cuando las líneas estén colocadas de forma que el ojo empiece a leerlas por la esquina superior-izquierda y las siga hasta la esquina inferior-derecha conseguiremos una dirección de lectura de la fotografía descendente (de nuevo, metafóricamente, claro). Así, este tipo de líneas nos darán más sensación de velocidad, de movimiento suave y continuo.



Para enfatizar los puntos de fuga de una imagen, puedes utilizar las líneas convergentes, que no son más que dos líneas paralelas que se cruzan en el espacio debido al efecto de la distancia. El típico y aclaratorio ejemplo para este efecto son las líneas de una vía de tren que transcurren paralelas y se van acercando progresivamente a medida que se alejan.

En cuanto nuestra mirada identifica una línea, automáticamente la sigue para ver hasta dónde llega.


Una de las reglas de composición poco tenidas en cuenta en la fotografía, pero mucho en la pintura, es la fórmula de Fibonancci, representada en la naturaleza por una espiral que encontramos en plantas, conchas marinas...

La Espiral dorada (denominada también espiral áurea) es una espiral logarítmica asociada a las propiedades geométricas del rectángulo dorado. La razón de crecimiento es Φ, es decir la razón dorada. Aparece esta espiral representada en diversas figuras de la naturaleza (plantas, galaxias espirales... ), así como en el arte.
La espiral de Fibonacci resulta ser una aproximación a la espiral dorada.
Fuente: Wikipedia.

El rectángulo dorado (denominado también rectángulo áureo) es un rectángulo que posee una proporcionalidad entre sus lados igual a la razón áurea.

La versión simplificada de este rectángulo es la regla de los tres tercios.





Algunas muestras más de fotografía minimalista:








Este último tipo se denomina "Graphics", y son elementos repetitivos que crean un patrón de gráficos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios me ayudan a mejorar. Gracias.